A veces siento como la ira me asciende desde la punta de los pies y me eriza la melena. Empieza como un leve cosquilleo que se expande para poseerme súbitamente. Para convertirme en el basilisco que abre la puerta y con espuma en la boca empieza a succionar las yugulares de todos aquellos que en pasillo departen amistosamente y a voz en grito, como si tras las paredes no hubiera gente intentando concentrarse.
Entonces me pongo los cascos y Ennio Morricone hace que todo desaparezca. Incluída mi fallida concentración.
2 comentarios:
bueno todo la singularidad de un cabreo queda reducida a cenizas cuando te encuentras un buen signo de musicalidad que borra todo lo malo y se pasa a todo lo bueno, y que se le va ha hacer si todos somos débiles incluido el inconsciente. un saludo de la chunga.
ATENCIÓN: Este mensaje contiene palabras malsonantes, juramentos y una ira desatada que puede herir la sensibilidad de quién sea sensible. Por favor, si es ud. menor de dieciocho años, absténgase de su lectura y si es mayor de tan provecta edad, asuma las consecuencias.
Ostia que bueno:
La Chunga por aquí. Muchísimas gracias por el Anónimo. Y por la comprensión ante la debilidad, sobre todo por eso... porque...
¿Qué cojones!
HABLAREMOS FRENTE A UNA CAÑA, CARA A CARA COMO DIOS MANDA, SEA O NO SEA REAL (Dios, que la caña seguro que lo es)
¡ME CAGO EN EL FACEBOOK! ¡MUERTE AL TUENTI! ¡MIERDA DE BLOG! ...
¡ME CAGO EN LA PUTA MADRE DE LA MIERDA DEL INTERNETE DE LOS COJONES!
Un besito, Chunga.
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