Igual que hubo un guerrero número trece, que no fue Judas, el traidor, hay una entrada número trece. ¿Significa esto que se haya regresado hasta doce veces y se cumpla, por fin, la decimotercera? ¿O será que nuestra calvicie ya nos clarea en demasía?
Me pregunto si habiendo llegado hasta aquí, tras tan breve discurrir, habré de pararme a pensar. Buscar un recodo en el camino en el que aposentarme y reflexionar, queda, profunda, sobervia y autocomplaciente.
O si este número de mal agüero quiere depararme algún mal, llevarme a la perdición de mano de la red de redes. Red de telaraña que me envuelve y envenenta, que me inmoviliza cuanto mas me muevo.
Van a pasar la fregona, y he de retirarme de mi puesto. ¿Será una señal?
viernes, septiembre 08, 2006
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