sábado, septiembre 02, 2006

He renunciado al sueño, en busca de un rendimiento perdido que ahora, sí, o mejor dicho, NO, no... ya no será recuperable.
Pasar la noche en vela me resulta más excitante que productivo. Me contemplo desde arriba, agazapada frente al ordenador, la pantalla parpadeante, fumando y meneando papeles de un lugar a otro. Y eso es todo lo que hago. Así que llega el día, y lo único que he hecho ha sido fumar y mover papeles de un lado al otro. Y ni siquiera soy capaz de sentirme mal, porque creo haber trabajado.
Ya son varias las noches de sueño que me he saltado. Creo que Tayler llama a mi puerta. Ah... grito, gritito, Mr. Pitt, no se corte hombre, y deme una buena paliza. Déjeme algo de hueco para que pueda responder a mi vez y quedaremos en paz.
Tan en Paz. Paz. ¿Qué será eso?
Me pregunto... ¿Habré en mi vida, alguna vez "escuchado" el silencio?
Me bulle la mente, mientras dormito.