jueves, diciembre 11, 2008

Por pedir... que no quede.


Habrán oído miles de miles de veces aquello de: Pedid y se os dará.
Así que yo, ni corta ni perezosa, siguiendo al pie de la letra el estribillo, me he vuelto una pedigüeña.
Ya ven, no me corto un pelo en reclamarle a El Pedro cierta prometida tableta gráfica. Y tampoco anduve a la zaga cuando les requerí a mis amistades por mi cumpleaños, entre otras cosas (incluida una minifalda, con sus medias), una caja de rotuladores de colores.
Ambas solicitudes, conste, "para dibujar".
Y es que, no sé por qué, pero me ha dado ahora por dibujar.
Bueno... sí que lo sé. Y uds. también. Con tal de no hacer "lo que tengo que hacer" soy capaz de cualquier cosa.
La cuestión, en definitiva es:
Que El Pedro no me va a regalar la prometida tableta gráfica.
Y que los rotuladores de colores que me regalaron por mi cumpleaños a penas pintan.
¿Habré de ver también en esto alguna señal del Destino?