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Cúmulo informe de estupideces. Clamor en el desierto. Pataleta histérica. Egocentrismo patético. Pérdida de tiempo. Ensayo terapéutico. Intento, frustrado. Lágrimas en la despensa. Gusanos en la tripa. Mariposas en los ojos. Arroz inflado en la leche. Signo de los tiempos. Rosa mística. Torre de marfil. Atributos bestiales. Collige, Virgo, Rosa. Cuando el Diablo no tiene qué hacer con el rabo mata moscas. La Mosca. Detrás de la oreja. En tu nariz. Entre mis lóbulos. Vuelva ud. mañana.
2 comentarios:
Siempre me ha parecido que para escribir no hay nada peor que perder el tiempo buscando la inspiración. Lo que hay que buscar son palabras.
Palabras, palabras, palabras... que dijera aquél que fruncía el ceño porque el sol le daba en los ojos.
Las palabras son el medio. Es como el coche que te permite ir de acá para allá. Pero, con permiso, diré, que lo primero es tener a dónde ir.
Otra cosa es que, en efecto, a veces el destino se te ocurra sobre la marcha. O que por mucho que apuntes con el GPS hacia el Oriente, miles de obstáculos te desvíen hacia el Mar.
Que el camino se haga al andar no significa que uno no tenga una intención previa, aunque sea, simplemente, vagar sin rumbo (en tal caso, es seguro que encontrará las mejores señalizaciones. No hay como querer perderse para que aparezcan miles de serviciales cicerones).
Otra cosa, claro, es llegar: Y no siempre es deseable.
Gracias por su participación, esperamos que siga confiando en nuestros productos.
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