He de reconocerlo, sólo sé hablar de mí. No sé si es máximo grado de egocentrismo o de estulticia. Pero en ambos casos es, obviamente, una limitación grave.
Podría consolarme, como suelo, pensando que es un mal extendido en nuestros días, y notablemente promovido gracias estas tecnologías de la comunicación, pero el refranero me responde con una bofetada, y me llama tonta.
miércoles, julio 26, 2006
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2 comentarios:
Me ha gustado este blog. Quería decirte que todo el mundo habla exclusivamente de sí mismo. La manera de no parecer muy estúpido es haciéndolo como si se hablara de otro. En tercera persona, o mejor aún, en primera del plural.
Gracias por la conseja, pero me temo que entonces pasaría de un mal disimulado egocentrismo a la más horrenda megalomanía, como César. Y no es por nada, pero no pienso mojarme los pies en ningún Rubicón.
Y cuando quiera, a la vista de su decorada pierna, le entono cualquier copla, o una muy concreta, que me encanta ponerme melodramática, y rasgarme las vestiduras encima del escenario.
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