Yo como les decía estoy un poco confusa porque, verán, siendo una mujer, y sin tener ninguna duda al respecto, me resulta incómodo. Y no me refiero, en absoluto, a los dolores de la regla, o a tener dificultades a la hora de mear de pie. Menudencias sin importancia. Me refiero a que tengo que llevar adosados una serie de cualidades que soy incapaz de cultivar.
No voy a hacer un listado, demasiado largo, demasiado.
Me centraré únicamente en los relativos al aspecto físico porque de toda la vida he tenido complejo de fea y gorda y bizca y torpe de gestos y es un tema, por tanto, que me obsesiona. Téngase pues en cuenta esto: que lo digo lo digo porque soy una acomplejada.
Como todo el mundo (supongo que, al menos, una inmensa mayoría) me siento atraída por las cosas hermosas y bellas. Y, como gran parte de ese mundo, soy perfectamente consciente de que la hermosura es un valor voluble, fruto cultural de cada tiempo debidamente condicionado por el gusto (o dis-gusto) de cada cual. Así que si tengo que decir que el Torso del Belvedere es bello, pues lo digo y si tengo que extasiarme ante una catedral, pues me extasio.
Pero, en realidad, lo que me gustaría decir es que me enseñes el ombligo, independientemente de como sea tu abdomen y donde mejor me encuentro es en una habitación sencilla, frente a una cerveza, sin vitrales adoctrinadores, ni incienso, ni oropeles.
Si me dan a elegir entre Brad Pitt o Fernando Savater, me quedo con Don Fernando, aunque sea simplemente, porque no me va a hablar, de entrada, en inglés. Me pone, muchísimo más Javier Krahe que Clonney (y eso que Clonney también me pone, pero no canta, el condenado, con tanto desparpajo).
Así que tengo el gusto, con respecto a la media, algo trastocado, porque siempre que sale, en alguna conversación entre mujeres, quién nos parece guapo, tengo que mentir para ser creible. Les aseguro que nadie daría crédito a mi veneración por Savater o Krahe.
2 comentarios:
Pues a mí no me asombra. Es más, lo encuentro hasta lógico puesto que se me antojan capaces de saciar más que de sobra sus apetitos sexuales (suyos de usted y de cualquier otra persona).
Me explico:
Si es público y notorio que Dragó es capaz de satisfacer a una mujer con sexo tántrico, eyaculando pa'dentro,y nuestro finado Nobel de letras, Cela, era capaz de absorber dos litros de agua por el culo ¿de qué proezas sexuales no serán capaces Savater o Krahe?
¡Santo Cielo!
Así que todo consiste en eso ¿no? en absorver, en inspirar, en recoger lo de fuera para dentro...
Sí, la verdad es que sí: tales cualidades parecen propias de la egolatría del intelectual medio carpetovetónico.
Mmmmm... seguro que puede vuesa mercé hacer un dibujito a propósito... ¿Qué tal un "chaval-de-la mochila-de-esos" rojo de aguantar pa'dentro hasta la respiración, emulando a sus grandes ídolos del pensamiento?
Debería terminar explotando, claro. Al final una moraleja americanoide:
"Se tú mismo".
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