jueves, julio 24, 2008

Qué raro ¿no?

Estoy un poco mosca.
Porque entiendo perfectamente que cuándo alguien se enamora esté feliz como una perdiz. 
Pero me cuesta entender eso de alegrarse con el enamoramiento ajeno. 
Vamos, que estar feliz como una perdiz porque otra persona se ha enamorado ¿en qué cabeza cabe?
Me parece un poco raro ¿no?

2 comentarios:

Pedro dijo...

Bueno, si la otra persona que se ha enamorado lo ha hecho, precisamente, de vos, no es del todo descabellado alegrarse.

Aunque en el Quijote ya decían que ésa no es razón para dejarse amar, ojo.

Remedios de los Dolores dijo...

Hombre, si anduviera en tales circunstancias aquí iba a estar yo ¿eh?.
Por cierto, hijo pródigo (¡generosoooo!), bienvenido de nuevo.
Guárdame unas algarrobas para el café.